La luminosa y bella ciudad de Locarno, en Suiza
Con más de 2.300 horas de sol al año, la villa suiza de Locarno se ha convertido en un centro turístico con muchos atractivos naturales, monumentales y de ocio.
Lo primero que nos llamará la atención al llegar a Locarno es su espectacular entorno natural, en el que destacan el gran lago Mayor y las imponentes montañas de los Alpes. Pero sobre todo la luz, la brillante luz que ilumina la ciudad. Y es que esta población suiza del cantón de Tesino disfruta a lo largo del año de más de 2.300 horas de sol, algo no muy habitual en esta parte del planeta Tierra.
Esta peculiaridad la convierte en la localidad más templada de Suiza. Su clima es el típico del país helvético, de tipo continental, pero en su caso se encuentra muy suavizado, resultando casi mediterráneo. Eso es algo que se nota si observamos los árboles que crecen en pleno centro de la ciudad, como limoneros o palmas.
Qué ver en Locarno
Son muchos los encantos que Locarno ofrece a sus visitantes, tanto en la ciudad como en sus alrededores. El casco antiguo, el castillo medieval o el museo arqueológico de la villa son algunos de sus valores seguros.
El centro neurálgico de la villa es la bonita Piazza Grande, donde tiene lugar todos los años su popular festival de cine. En esta plaza confluyen todas las calles del casco antiguo. Y junto al centro histórico se halla el Castello Visconteo, del siglo XII, que todavía conserva una quinta parte de su estado original.
Si nos trasladamos a la parte más alta del distrito de Locarno, que lleva el nombre de Orselina, podremos visitar un precioso santuario que es centro de peregrinación, la Iglesia de la Madonna del Sasso. Desde este templo se disfruta de unas espectaculares vistas de la ciudad, del lago y de las montañas que rodean la villa.
Qué hacer en Locarno
La naturaleza que rodea Locarno es una fuente continua de gratas experiencias. Desde esta localidad suiza se pueden realizar preciosas excursiones a lugares tan impresionantes como la Montaña Cardada-Cimetta, a la que se accede en un teleférico diseñado por el famoso arquitecto Mario Botta, y también a los preciosos Valles Verzscatal y Maggiatal. El Lago Mayor o Maggiore también nos proporcionará estupendas experiencias, ya que en verano podremos bañarnos en él, además de poder practicar deportes acuáticos o visitar las islas Brissago.
De vuelta a la villa llega el momento de degustar la gastronomía local, que posee una clara influencia italiana. De hecho, en Locarno hay una gran cantidad de restaurantes de cocina italiana. Entre los más populares se hallan el restaurante Centovalli, especializado en risottos; la Osteria Chiara, el Locanda Locarnese o el Ristorante Al Pentolino. Además, en la zona del valle de Tesino se produce la mayor parte del vino y de la cerveza de Suiza.
Y si te encuentras durante el mes de agosto en esta encantadora villa, podrás presenciar su evento más popular, el Festival Internacional de Cine de Locarno. Dura 11 días, y atrae a miles de aficionados del Séptimo Arte, estando el escenario principal situado en la Piazza Grande.