La ciudad de Zürich, en Suiza: nucho más que bancos

Belén Valdehita

Cuando oímos el nombre de Zürich, lo solemos asociar inmediatamente a una actividad financiera y económica febril. Pero la ciudad suiza de Zürich es mucho más que eso. Situada en la confluencia del río Limmat con el lago de Zürich, posee un envidiable entorno natural, además de una animada vida cultural y nocturna, y una gran oferta monumental y de ocio.


Zürich es la ciudad más grande y poblada de Suiza, contando con alrededor de 364.500 habitantes en la zona centro de la villa y casi un millón de personas en los alrededores. En Zürich se encuentran algunos de los bancos más importantes del mundo, como el Credit Suisse o el UBS.

Zürich posee un clima de transición entre el atlántico y el continental, y la ciudad suele estar bajo la influencia de las borrascas que llegan desde Océano Atlántico. Estas características le proporcionan unas temperaturas más bien suaves, además de numerosas precipitaciones. La temperatura media anual es de 8,5 grados centígrados, y en los meses de verano el termómetro puede llegar a alcanzar los 35 grados. Por el contrario, durante el invierno las mínimas se hallan en torno a los -10 grados.



La oferta monumental de Zürich incluye lugares tan sugerentes como la Abadía Fraumünster, cuyas vidrieras realizadas por Chagall nos dejarán fascinados; el monasterio de Grossmünster, donde se forjó una gran parte de la reforma protestante; la iglesia de San Pedro de Zürich, que cuenta con la torre con reloj más grande de Europa; el Jardín Botánico de Zürich, el Zoológico, el Jardín Chino o la Casa de la Ópera de Zürich.

Pero si por algo destaca Zürich, es por su oferta de museos. Incluye el Centro Le Corbusier, también llamado Museo Heidi Weber, donde podremos ver la obra del genial arquitecto suizo; el Kunsthaus Zürich, que es uno de los museos más importantes no sólo de Zürich, también de Suiza y de toda Europa; el Museo Rietberg, que acoge obras y piezas de África, Asia, Oceanía y del arte americano; el Museo del Diseño de Zürich, especializado en artes visuales, diseño y comunicación, o el Museo Nacional de Suiza o Landesmuseum, cuyo contenido gira, esencialmente, en torno a Suiza.



Aunque la gastronomía de Zürich recibe grandes influencias de la cocina alemana, la ciudad ha sabido reinventar su oferta gastronómica, creando una cocina propia. En sus platos son habituales productos como las patatas, las carnes, los quesos o el chocolate. Entre las recetas más típicas de Zürich encontramos el Zürigschnätzlets, que es una carne que se cocina con crema y salsa de vino. En la villa son muy aficionados a preparar platos a la parrilla, como las salchichas (Wurst), que acompañan con patatas cocidas o tortilla de patatas suizas crujientes. Otro plato tradicional es el Chnöpfli o Spätzle, que son unas pequeñas albóndigas que se elaboran con fideos.



Por lo que respecta a la oferta de hoteles en Zürich, es realmente extraordinaria. Incluye alojamientos de cinco estrellas, como el Hotel Marriott Zürich, el Hotel Hilton Zürich Airport o el Hotel Dolder Grand; hoteles de cuatro estrellas, como el Hotel Mövenpick Zürich-Regensdorf, el Hotel Senador, el Hotel Glockenhof, el Hotel Schweizerhof, el Hotel Novotel Zürich City West o el Hotel Wellenberg, y hoteles de tres estrellas, como el Guest’s House Hotel, el Hotel Bristol, el Hotel Sternen-Oerlikon, el Hotel du Theatre o el Hotel Swiss Quality Rex, entre otras muchas y variadas propuestas.



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Zürich es una elegante ciudad que suele cargar con una imagen seria, debido a la presencia de sus numerosos bancos y entidades financieras. Pero nada más lejos de la realidad. Hoy en día es uno de los centros culturales más destacados de Europa, y está considerada como una de las mejores ciudades del mundo para vivir, y por supuesto para visitar.



Además de ofrecer a sus visitantes la posibilidad de descubrir más de 50 museos y algo más de un centenar de 100 galerías de arte, posee una cuidada oferta comercial. Puede presumir de sus magníficas propuestas gastronómicas y de su animada vida nocturna, pero, sobre todo, de su entorno natural, repleto de lagos y ríos. Desde Zürich se pueden realizar excursiones a lugares tan bellos como la cercana montaña Uetliberg.