La ciudad suiza de Basilea

Belén Valdehita

Entre la frontera con Francia y Alemania se halla la bella ciudad suiza de Basilea. La localidad se encuentra dividida en dos partes, cada una en una orilla del río Rin. En la orilla izquierda se encuentra la Gran Basilea o Grossbasel, y en la orilla izquierda está situada la Pequeña Basilea o Kleinbasel.

Entre ambas zonas de Basilea hay una simbólica “enemistad” que se remonta a muchos años atrás. La manifiestan de una peculiar forma: en la Gran Basilea, una simpática escultura mira hacia la otra orilla sacando la lengua. Se trata del Rey Lenguas o Lällekönig. Por su parte, en la Pequeña Basilea celebran la fiesta carnavalesca del Pájaro Grifo (Vogel Gryff), en la que varios personajes tradicionales del carnaval bailan en el puente de espaldas al otro lado de la orilla, manifestando su total desdén.

La ciudad de Basilea disfruta de un clima de tipo continental centroeuropeo. La temperatura media en primavera es de 10 grados centígrados, de 18 grados en los meses de verano, de 10 grados en otoño y de poco más de 2 grados durante el invierno. La temperatura máxima en verano puede llegar a superar los 35 grados, y es habitual que nieve en invierno. Cuentan con 3.500 horas de sol al año, y con unas precipitaciones de 90 mm al mes.

Basilea cuenta tanto con edificios muy modernos como con un interesante patrimonio monumental histórico. Incluye lugares tan recomendables de visitar como la catedral, llamada Münster, que fue construida según los estilos románico y gótico. Es uno de los edificios que sobrevivió al terremoto del año 1356, y en su interior acoge la tumba de Erasmo de Rotterdam.

Otras visitas imprescindibles en Basilea son las del Rathaus, el edificio del Ayuntamiento, que fue realizado entre los años 1504 y 1514 y está situado junto a la plaza del mercado (Marktplatz); el complejo industrial de vidrio prensado de Weil am Rhein, formado por tres edificaciones de la arquitecta Zaha Hadid; el centro de congresos de Tadao Ando o las construcciones del grupo suizo de arquitectos Herzog & de Meuron, entre las que figura el estadio de fútbol de St. Jakob.

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En el capítulo de los museos, destacan el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Casas de Muñecas, el Molino y Fábrica de Papel de Basilea, el Museo de Arte Antiguo de Basilea, el Museo de Historia de Basilea, el Museo de Arte de Basilea, el Museo de Historia Natural de Basilea, el Museo de la Caricatura y del Cómic de Basilea, el Museo de la Música, el Museo de las Culturas de Basilea o el Museo Suizo de Arquitectura.

Basilea puede presumir de una oferta gastronómica de altura. La ciudad cuenta con reputados restaurantes que poseen estrellas Michelin o Gault Milau, pero también con encantadores locales donde descubrir su cocina tradicional. Incluye platos tan típicos como la sopa de harina, que se sirve acompañada de pasteles de queso y de cebollas; el suuri Lääberli, un ragú agrio de hígado; los Basler Leckerli, unas galletas muy especiadas y glaseadas, o los Mässmogge, unos pequeños bombones de azúcar rellenos de crema de avellanas.

Respecto a la oferta de hoteles en Basilea, la ciudad posee establecimientos de cinco estrellas, como el Hotel Swissotel Le Plaza Basel, el Hotel Hilton Basel o el Hotel Drei Koenige Am Rhein; de cuatro estrellas, como el Radisson Blu Hotel – Basel, el Hotel Victoria, el St. Gotthard Swiss Quality Hotel o el Engel Swiss Quality Hotel, o de tres estrellas, como el Hotel City Inn, el Muenchnerhof Swiss Quality Hotel o el Baslertor Swiss Quality Hotel, entre otras muchas más propuestas de alojamiento. Se puede reservar habitación en estos hoteles a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.

Basilea es una ciudad suiza que merece ser visitada por su excelente oferta cultural, por su interesante historia y porque cuenta con mucho ambiente, sobre todo universitario. Una vez estemos en Basilea podremos visitar alguno de sus muchos museos, relajarnos dándonos un baño en el Rin, si el tiempo lo permite, o acudir a un concierto o a ver una obra de teatro.

La oferta nocturna de Basilea incluye diversas y sugerentes propuestas para todos aquellos que no quieran o no puedan dormir. Por ejemplo, tomar una copa en un tranquilo pub, visitar algunos de sus muchos bares o bailar hasta altas horas de la madrugada en algún club o discoteca. La zona de bares más animada se encuentra en la Pequeña Basilea.

Además, Basilea es un auténtico paraíso de las compras, aunque resulta una ciudad bastante cara. Dispone de numerosas tiendas de marcas de lujo, como Hermès o Louis Vuitton, y todo tipo de establecimientos de moda, calzado, complementos, libros o regalos.

Si queremos encontrar un capricho o un regalo diferente, recomendamos acudir al mercadillo de la Petersplatz, donde se pueden encontrar verdaderos tesoros a buen precio. Los aficionados a la gastronomía podrán comprar productos alimenticios o especialidades en el mercado de la Marktplatz, que funciona de lunes a viernes.

La ciudad de Basilea es un destino para sibaritas, para amantes de la cultura y para los aficionados a la buena gastronomía, pero también para todos aquellos que quieran conocer la ciudad universitaria más antigua de Suiza, y una de las más animadas.